Las pruebas hidráulicas
Muchas veces la gente pide una visita para dar una cotización. También tienen identificado el tipo de problema y solo les interesa el precio y el método de la solución. Frente a una simple pregunta responden “me dijeron que era humedad de tal origen” “vino una persona amiga y vio que era lo mismo que ella tenia”
Me hacen recordar a aquel historiador ingles de gran prestigio que con solo mirar una pieza, daba la fecha de su origen. Con la aparición de la datación de carbono después hubo que reescribir la historia. Había cometido innumerables errores.
Muchas humedades se parecen. Es mas, parece ser que la palabra humedad, engloba todo. Es como el dolor de cabeza. No importa la causa. Solo es eso. Pruebe con la aspirina.
Si en determinado momento hablamos de romper un revoque o realizar una pericia comienza el horror. Solo se desea una solución que contemple una mínima rotura.
¿Puedo pintar enseguida? ¿Levanta mucho polvo?
A pesar de muchos años de obra y de mucha experiencia no suelo despreciar una prueba que confirme el diagnostico. Debemos recrear el efecto del agua sobre una superficie como si fuera lluvia y viento. Probar un pluvial. Sacar una baldosa para ver los contrapisos. Medir la humedad de un ambiente y el punto de roció en las paredes. La calefacción en invierno cuando es excesiva no solo seca. Aumenta la cantidad de agua en suspensión. Busca los lugares más alejados y fríos para condensar. Lo que no se ve, también existe. En lugares de aglomeración de gente, una iglesia, la transpiración de la gente forma exceso de humedad ambiental. Valga otro ejemplo: un conjunto de rock Eligio un sótano para ensayar y no producir ruidos molestos. Tras horas de tocar y tomar bebidas las paredes del ambiente chorreaban agua.
Aunque pocos las hagan también existen…
Las pruebas hidráulicas.
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