Cuando se levanta una pared se realizan 2 barreras horizontales. Una por debajo del contrapiso y otra unos diez o quince cm. Por encima del nivel del piso.
2 barreras verticales una interior corta que une las dos horizontales y otra exterior que se continua con la aislación externa de la pared expuesta. Si la pared es interna serán dos verticales cortas uniendo las horizontales.
Eso conforma el cajón contra humedad de cimientos. Estas barreras están hechas de concreto simple o reforzado. Es decir arena y cemento. Generalmente se las llama con el nombre comercial de un producto, mal llamado impermeabilizante.
Es en realidad un protector del cemento hasta tanto este cumple su ciclo de endurecimiento y de crecimiento de los silicatos tricalcicos que son los que realmente forman al cerrar los poros el verdadero aislante. Es decir que si realizamos un concreto cuidando los dosajes del árido (arena) no necesitamos ningún elemento adicional.
Es en realidad un protector del cemento hasta tanto este cumple su ciclo de endurecimiento y de crecimiento de los silicatos tricalcicos que son los que realmente forman al cerrar los poros el verdadero aislante. Es decir que si realizamos un concreto cuidando los dosajes del árido (arena) no necesitamos ningún elemento adicional.
El primer aislante orgánico se hizo tirando un pan de grasa de cerdo al pozo de cal viva y esto colocado en los cimientos los protegia de la humedad del terreno. Posteriormente se utilizó una saponificación (como se hace el jabón) con grasas animales y silicatos que terminaron en un producto comercial tenido como mágico en la ejecución de mezclas aislantes.
Todo producto contra la humedad que contenga grasas o aceites muere al cierto tiempo.
También existe un error de concepto en los espesores de ese concreto. Es mejor realizar cuidadosamente una aislación de medio centímetro de espesor que hacer una burda de dos centímetros. Sin embargo se cree que cuantas más gruesas más aísla y se comete ese error.
En todo lo expuesto no intervienen los revoques gruesos ni el fino.
Cuando se rompe el cajón contra humedad y se repara la barrera horizontal inyectando líquidos para bloquearla nuevamente a nivel de ladrillo, hay que retirar los revoques y rehacer las verticales pues no siempre quedan aisladas.
Es imprescindible reparar los revoques pues con la humedad se degrada la cal y no se sostienen.
¿Vos pensaste que era hacer agujeros y nada más?
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